Los adelantados del Malbec

Seducidos por el Malbec Diane y Hervé Joyaux Fabre fueron los primeros bodegueros boutique del país.

Compartir la nota

Por Alejandro Iglesias* (@AleIglesiasWine)

 

Cuando Diane y Hervé Joyaux Fabre abrían las puertas de su bodega en Mendoza la industria vínica recién comenzaba a reinventarse. Pero este matrimonio francés no dudo un instante en confiar en el Malbec , la cepa que acababan de descubrir, y un terruño que prometía grandes vinos. Fue así que dieron el puntapié a su bodega y con ella a un movimiento que pronto se convertiría en la imagen de la nueva vitivinicultura argentina, el de las bodegas boutique.

 

A la hora de citar quienes fueron los primeros extranjeros en impulsar la última gran revolución vitivinícola local algunos nombres nos suelen quedar en el tintero. Quizás por que se trata de personas de perfil bajo abocadas en lograr grandes vinos y no estar en todas las portadas. Este es el caso de Diane y Hervé Joyaux Fabre, fundadores de Fabre Montmayou, dos franceses seducidos hace algo más de veinte años por Mendoza y el Malbec.
Corría el año 1992 cuando impulsaban el primer proyecto boutique del país en pleno Vistalba, histórico terroir mendocino que daría vida a sus fantásticos vinos. Con el tiempo su proyecto se convertiría en inspiración de muchos que asumirían su modelo en busca de vinos de alta calidad en menor cantidad, algo novedoso por aquellos días en nuestro país.

 

A la vez fue una de las primeras bodegas en abrir sus puertas de su casa al turismo donde aun hoy se puede respirar el típico “Savoir Faire” francés no solo en sus vinos sino también a cada paso de la visita.
Para conocer cómo fue que llegaron a nuestro pais conversamos con Hervé Joyaux Fabre, un francés miembro de una familia de larga tradición en el rubro en Burdeos devenido en uno de los artífices del auge del vino argentino en el mundo.

 

¿Cómo supo de Argentina y sus vinos?
Visitando Chile, donde tenía previsto invertir, crucé la Cordillera para conocer Mendoza y me impactó la calidad de la uva Malbec que hace 20 años estaba oculta por uvas que eran de moda como Cabernet Sauvignon, Merlot , Chardonnay, etc….

 

¿Y qué lo convenció de Mendoza para fundar su propia bodega?
Sin duda el Malbec, que me parecía una uva original a nivel internacional. Decidí comprar una primera finca de 15 hectáreas de Malbec plantado en 1908. Era a esta época la finca de uvas más cara del país por su proximidad a la ciudad de Mendoza.

 

¿Qué tipo de vinos buscaba elaborar?
Un vino exclusivamente para exportar porque era el único destino donde teníamos contactos. Más tarde empezamos a abrir el mercado interno.

 

¿Qué diferencias destaca de la industria vitivinícola que descubrió en su llegada y la actual?
Una diferencia muy importante porque en aquella época las bodegas vendían muy poco al exterior. Cuando apareció el interés de exportar, hace un poco más de 10 años, las bodegas han tenido la obligación de cambiar el estilo de vino para adaptarse a un mercado internacional más exigente.

 

¿Qué significa el Malbec para ustedes?
Significó una decisión de radicarnos en Mendoza, un reconocimiento internacional de nuestra vitivinicultura argentina, y que no nos equivocamos cuando apostamos por Argentina poniendo todo nuestros recursos aquí.

 

¿Cómo imaginan que seguirá la historia del Malbec y los vinos argentinos?
Sigo teniendo fe en el Malbec para representar nuestra Vitivinicultura, ofreciendo alternativas con cortes a base de Malbec y de otras uvas. Tenemos en Argentina otras uvas de calidad que pueden apoyar nuestra Industria. Pero, obviamente, debemos evitar caer en la tentación de mandar vinos Malbec de menor calidad, que sea en botella o a granel, para buscar mejor rentabilidad, porque eso sería comprometer muchos años de esfuerzos por parte de todos los profesionales tanto bodegueros como productores para construir la marca Malbec.

 

*miembro de la Asociación Argentina de Sommeliers (www.aasommeliers.com.ar)