Malbec, ¿cuánto sabemos de ella?

Es nuestra cepa emblemática pero al parecer nunca terminamos de conocerla.

Siempre leemos que el Malbec es una cepa francesa que encontró en Argentina su lugar en el mundo, sin embargo esto parece ser solo una parte de su historia.

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Por Alejandro Iglesias, sommelier

Desde fines del siglo pasado, cuando la vitivinicultura argentina se reinventó tal como la conocemos,el Malbec se convirtió en nuestra mejor carta de presentación. A partir de ese momento Argentinaes el principal productor mundial de Malbec, una cepa a la que pocos prestaban atención hasta entonces.

No tan nuevo. Si bien muchos se sorprendieron con el éxito del Malbec el asombro no fue por desconocimiento sino todo lo contrario. En el mundo del vino esta cepa, conocida en el sudoeste francés como Cot o Auxerrois, era famosa por dar origen a vinos rústicos y astringentes, poco amigables. Por lo tanto que de un momento a otro todos sean sus fanáticos de sus vinos despertó la curiosidad de muchos.
Para ese entonces en Argentina se conocía algo de su historia y de ahí que la primera explicación se apoyaba en su origen francés y que llevaba mas de un siglo en los viñedos argentinos a los que se había adaptado de manera extraordinaria.

MonsieurPouget y la francesa.La llegada del Malbec a suelo argentino se le atribuye al agrónomo francés Michel A. Pouget a partir de su arribo a Mendoza para la apertura de una Quinta Agronómica Normal de enseñanza en el cultivo de la vid. Según sabemos fue Domingo F. Sarmiento quien durante su exilio en Chile supo del trabajo que este francés había realizado en el país transandino y cuánto había colaborado con los productores chilenos.
Entonces Pouget cruzó los Andes con plantas y semillas de numerosos cepajes, entre ellos unos esquejes de Malbec. Es por esto que la aprobación del proyecto de la Quinta Normal por parte del gobierno mendocino el 17 de abril de 1853 fijó la fecha para la celebración del Día Internacional del Malbec ya que desde ese momento la cepa sería cultivada en el país.
En forma casi inmediata el Malbec comenzó a afianzarse en suelo mendocino para llegar más tarde a otras regiones vitícolas del país. En su avance sobre el mapa la cepa no tardó en demostrar su potencial y eso la convirtió en una de las favoritas de los primeros viticultores que comenzaron a llamarla la francesa y a destinar sus frutos para la elaboración de sus mejores vinos.

Por qué se adaptó. La primera diferenciación entre su origen francés y el terroirmendocino es el clima. Mendoza con su condición semidesértica, libre de humedad, una temperatura media calurosa y su buena insolación reunía los requisitos para el mejor desarrollo de la cepa. La clave desde un principio fue la maduración. Al parecer el clima europeo no era el ideal para su desarrollo por ser mas húmedo, fresco y menos luminoso.

Ascenso, descenso y resurrección. Si bien la Quinta Normal permaneció activa solo cinco años el perfeccionamiento en las técnicas de cultivo y vinificación no se detuvo durante la segunda mitad del siglo XIX. Junto a las oleadas migratorias de europeos que llegaban al país la vitivinicultura del siglo XX lentamente tomó forma de industria y se convirtió en una de las actividades mas importantes de Cuyo. Con esta evolución el Malbec cada día se afianzaba más como una de las cepas preferidas de los productores junto al Cabernet Sauvignon y el Merlot.
Sin embargo ese crecimiento de la cepas finas tendría un alto a mediados del siglo XX. Por entonces la industria asumió que era más rentable trabajar con cepas de menor calidad enológica pero de mayor rendimiento ante una demanda que llevaría a nuestro país al podio de los mayores consumidores del vino del mundo.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura en la década de 1960 el país contaba con 58.600 hectáreas cultivadas con Malbec las cuales lentamente serian reemplazadas por cepas que brindaban más kilos de uva por planta.
Aquel momento marcó el inicio de una de las peores épocas de nuestra vitivinicultura en la que se perdió mucho material genético centenario y el Malbec contaría solo con 10.000 hectáreas para 1990.
Sin embargo durante todos esos años existió un grupo de viticultores empecinados en demostrar la calidad superlativa del Malbec Argentino, expertos de la talla de Roberto de la Mota, Ángel Mendoza o Ricardo Santosque intentaron proteger aquellos antiguos viñedos.
Pero hizo falta el arribo de expertos internacionales para ayudar a ponerle freno a esa fiebre por arrancar Malbec. Para fines de la década de 1980 e inicios de 1990 especialistas como Paul Hobbs y Michel Rolland llegarían contratados por diferentes bodegas para reencontrarse con el Malbec, una cepa que para ellos tampoco era muy interesante. Bastó que prueben cómo el Malbec se había adaptado al suelo argentino para cambiar de idea y así comenzar a buscar la forma de mejorar su cultivo y vinificación.
Fue a partir de esos años que la cepa oriunda de Cahors recuperaría su lugar de privilegio dentro de la vitivinicultura argentina para convertirse en una de las más exitosas del siglo XXI.

Presente. Hablar de la actualidad de esta cepa puede parecer trillado pero aún hay muchos datos interesantes para compartir.
Según censos y estadísticas del Instituto nacional de Vitivinicultura compartidos en 2013 el Malbec cubre unas 33.864 hectáreas del viñedo local, cifra equivalente al 15% del total cultivado en el país. Registro que implica un crecimiento del 322% desde 1990.
El 86% de esas plantas se encuentran en Mendoza siendo San Juan la segunda en superficie con apenas el 6%.
Con esta extensión cultivada el Malbec aporta el 21,95% del total de vino fino producido en el país.
Con todos estos datos no es sorpresa descubrir que es el varietal mas consumido en el mercado local. Aproximadamente son 80 millones de botellas de Malbec (750cm3) las que bebemos anualmente los argentinos.
En cuanto a las exportaciones el Malbec se ubica en el primer puesto y representa el 28% del total exportado siendo los principales mercados destino Estados Unidos con casi la mitad del volumen seguido por Canadá, Brasil y el Reino Unido.

Futuro. Sin dudas el Malbec ha crecido mucho dentro y fuera del país, un fenómeno que nos lleva a hacernos una pregunta, ¿cuál es su futuro? Si bien la industria esta en pleno romance con la variedad hay quienes aseguran que es hora de apostar a otras cepas que junto al Malbec.
Pero de todos modos los estudios en cuanto a su adaptabilidad a nuevos suelos o cuales son los mejores lugares para cultivarla son la principal preocupación de los enólogos y bodegueros. Con más conocimiento que décadas atrás la industria asegura que lo mejor del Malbec aún esta por venir.