Por Alejandro Iglesias
Alguna vez te contamos de los celebrity wines, aquellos vinos elaborados por celebridades alrededor del mundo. Entre ellos te mencionamos cómo estrellas de la talla de Sting, Gerard Depardieu, Francis Ford Copolla y hasta Gustavo Santaolalla habían caído en las tentaciones de Baco para cumplir el sueño del vino y hasta la bodega propia.
Este año otro talento musical local se sumó a las filas de la vitivinicultura. Hablamos de Pe-dro Aznar quien junto a enólogo Marcelo Pelleriti presentó en los últimos meses sus vinos Abremundos y un proyecto que promete dar vida a una curiosa bodega.
Cara a cara. Durante la presentación de estos vinos tuvimos la oportunidad de conversar con el mismo Aznar sobre su pasión por el vino y cómo decidió concretar este proyecto.
¿Cómo influyen los viajes, las giras y la vida de rocker en la vida de un bom vivant?
El vino empezó a convertirse en parte del ritual celebratorio de la comida después de los conciertos. Comencé a tocar profesionalmente siendo un adolescente, pero recién a partir de mis 20 años ese disfrute del vino pasó a ser parte de la mesa con regularidad. Un poco después, los continuos viajes por el mundo con el Pat Metheny Group me pusieron en contacto con vinos de otras latitudes.
¿Fue así que entraste al mundo del vino?¿Cómo fue que hiciste el clic que te hizo pasar de bebedor a amante del vino?
La tremenda explosión en calidad y diversidad de estilos que ha vivido el vino argentino en los últimos 20 años me fueron llevando a entusiasmarme a conocer más, y finalmente, a que-rer pasar a estar del lado de adentro.
Sabes bastante de vinos, ¿cómo fue ese aprendizaje?
A lo largo de los años, probando, como todo el mundo. Pero hace dos años decidí cursar la carrera de sommelier, para profundizar el conocimiento y el placer del vino. Por recomendación de mi socio, Marcelo Pelleriti, lo hice en CAVE, Centro Argentino de Vino y Espirituosas, donde encontré un equipo de profesores excepcional, de gran profesionalismo y gran calidad humana.
¿Cuál es hoy tu cepa favorita y por qué?
Incluyendo, desde luego, la Malbec, que es nuestra cepa insignia por muy buenas razones, me gustan mucho la Cabernet Franc (gusto que compartimos con Marcelo), la Syrah y, cada vez más, la Pinot Noir. En blancas, Sauvignon Blanc, Viognier, Pinot Gris y Albariño. Sin olvidar nuestra Torrontés, que es única.
¿Qué similitudes encontras entre la música y el vino?
Los dos son poesía y arquitectura, ciencia y arte a la vez. Alguien dijo que la arquitectura es música congelada. Del vino se podría decir que es música líquida.
Pasaste algunos años fuera de Argentina, ¿qué vinos del mundo recordás?
Los tintos concentrados y estructurados de Bordeaux, los expresivos Sauvignon Blanc de Marlborough en Nueva Zelanda y de Casablanca en Chile, el Carmenère chileno, los Rioja y el Albariño gallego, el Shiraz de Australia y su tan especial espumante tinto, los Zinfandel de viejas viñas y los Cabernet Sauvignon californianos, los dulces botritizados alemanes y austríacos, los Tokaji húngaros, los supertoscanos y los Barolo del Piamonte. También los Pinot Noir de la Borgoña y de Yarra Valley en Australia (cepa que también está dando hermosas expresiones en la Patagonia).
Algunos los probé de gira, otros, en viajes personales, y otros en un curso que tomé del WSET, Wine and Spirit Education Trust, un instituto inglés que es referente mundial en educación sobre estos temas, que me sirvió muchísimo para ampliar la mirada y la comprensión de los distintos estilos del viejo y nuevo mundo.
Si tuvieses que elegir un momento inolvidable de tu vida gourmet, ¿cuál seria?
Cuando Marcelo (Pelleriti, enólogo y socio en Abremundos) me invitó a hacer un blend de sus vinos, lo que dio origen a nuestro proyecto conjunto. Fue un momento trascendente, en que se abrió una puerta muy esperada en mi vida.
Todos los músicos tienen piezas o instrumentos fetiche ¿Tenes algún vino pendiente que te quite el sueño?
Los que vamos a ir creando para Abremundos! Ambos somos inquietos, curiosos e inventivos. Estamos todo el tiempo mandándonos mensajes o mails con ideas nuevas, o compartiendo algo distinto que probamos. Queremos ir sumando vinos especiales cada año, de edición limitada, que manifiesten ese espíritu. Esa es la principal motivación de nuestro emprendimiento: divertirnos, motivarnos, contagiar el entusiasmo que sentimos por esta profesión.
¿Qué grandes etiquetas recordás haber probado y en qué contexto?
Felizmente tengo oportunidad de compartir no solamente grandes etiquetas sino, a partir de mi amistad y sociedad con Marcelo, de degustarlas, muchas veces, en compañía de sus creadores, lo que representa una oportunidad fuera de serie para conocer los secretos y la intención de un vino.
¿Aprovechas tus giras para aprender de vinos o descubrir regiones y viñedos?
Sí, siempre que el tiempo lo permita. También en mis viajes personales disfruto de conocer bodegas, viñedos y la gastronomía de lugares especiales. Como vos y tus lectores saben y experimentan día a día, esta pasión se instala en uno y es fuente de alegría y asombro constantes. Como todo arte que emociona, nada menos.
Los vinos. Al momento son cuatro etiquetas en la que ha participado siempre el mismo Aznar junto a Pelleriti. Estas son Página 1, elaborado en la primera sesión que compartieron mezclando vinos y de la que solo queda un puñado de botellas que consumen en ocasiones especiales. Pero al mercado ya llegaron 8va Bassa 2011 que se trata de un Malbec al 100% de estilo jugoso, fresco y fluido, entrador como le gusta decir a Pelleriti. De esos que se toman sin darse cuenta. También el 8va Alta 2011 que es un blend de 80% Malbec y resto Cabernet Franc, bastante más serio e intenso que el anterior, es un tinto para esperarlo ya que mejorará notablemente en botella. Por último el tope de gama de Abremundos es 8va Superior, elaborado con 75% de Cabernet Franc, 20% de Malbec y 5% de Syrah. Se trata de esos vinos para descorchar con buena música de fondo, disfrutar entre pocos y en la intimidad. Un vino que saca provecho de un Cabernet Franc sabroso y expresivo, con buen nervio y complejidad.