A Lisa, la expresión del viejo mundo

Los vinos del enólogo Hans Vinding Diers son el reflejo del perfil bordelés más tradicional. Descubrilo en esta nota.

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La filosofía de trabajo del enólogo Hans Vinding Diers ubicó a la Patagonia Argentina en la agenda de muchos de los críticos de vinos más importantes del planeta. Desde el momento que inició su proyecto, Noemia, su intensión fue demostrar que en esta región austral existían las condiciones para elaborar vinos del mismo modo que se logran en Burdeos, Francia. Más allá de sus intenciones, a Vinding Diers le es imposible dejar de lado el vínculo que lo une con esta región francesa donde se formó y trabajó.

 

Es por esto mismo que sus vinos son el reflejo del perfil bordelés más tradicional, donde no solo se busca la expresioó varietal sino también la del suelo donde se cultivan los frutos y el habitat que les da vida.
Lejos de la sobreactuación frutal que proponen otros Malbec locales, A Lisa es una versión singular y austera donde los frutos maduros y las hierbas acompañan a las notas terrosas, cárnicas y los dejos animales, con toques a humedad y madera. A su vez es un tinto donde la minipulación del enólogo es mínima, un factor determinante que acompaña en su evolución la identidad de la cosecha, en este caso 2012. Gracias a esto cada edición de A Lisa responde a las caracterísitcas que marca la vendimia sin buscar una expresión determinada más allá del terroir.

 

Este combo de factores finalmente da lugar a un vino de expresión singular cuya aromática recuerda a los tintos tradicionales y maduros. Una identidad que tiene sus fanáticos pero también quienes olisquean la copa con desconfianza. Una recomendación para difrutar estos vinos curiosos y complejos es decantar con anticipación la botella a fin de lograr una oxigenación acelerada del vino. Esto sin dudas colaborará a la aparición de los aromas frutales y florales que definen al varietal.

 

En paladar la propuesta de A Lisa es también para destacar ya que se luce por su ataque semi dulce que inmeditamente contrasta con una acidez tensa que realza su perfil seco. Fluye envolvente y sutil con el vigor justo para soportar el paso del tiempo en botella pero que a la vez invita a un nuevo sorbo. En su prolongado final los aromas de boca recuerda a su nariz tradicional.
En conclusión, A Lisa se plantea como un vino para paladares avanzados que disfrutan de la diversidad y la numerosas facetas del Malbec Argentino.