Durante años, la degustación y cata de vinos fue una tarea exclusiva de enófitos y expertos y los consumidores se limitaban a leer con atención manuales, atlas y libros sobre vinos sin objetar la opinión de estos profesionales. Incluso, cuando las descripciones de los vinos o los términos utilizados eran casi ajenas a su vocabulario. Entenderlos parecía no importar, se les seguía al pie de la letra y se repetían términos que con el tiempo quedaron desactualizados.
Fue entonces que la degustación del vino y cuanta bebida exista de democratizo de la mano de internet y las redes sociales, un hecho que cambió la forma de comunicar el vino. De la mano de estos cambios aparecieron nuevos referentes que hoy buscan aggiornar el modo en que se explica el vino. Comunicadores que quieren hacer del vino algo fácil y por esto mismo recurren a términos más próximos a cualquier consumidor de a pie. Entre estos términos algunos igualmente necesitan explicación y por esto los elegimos para despejar cualquier duda. Toma nota y actualiza tus notas de cata.
Austero: la austeridad es un atributo en alza ya que hoy se valoran más que antes los vinos delicados y directos. Estos vinos son los que ofrecen frescura y sutilezas sin recurrir a la crianza o a la concentración para forjar carácter.
Delgado: otrora utilizado para describir a vinos débiles y faltos de carácter hoy este atributo tiene connotación positiva ya que se utiliza para vinos de estructura media o delicada.
Filoso: en otra época se llamaba nervioso a un vino de acidez elevada, casi incisiva, hoy este término resulta positivo ya que destaca el nervio y la frescura tanto en blancos como en tintos.
Fizz: antes denominado aguja, esta palabra hace referencia a la presencia de gas carbónico en el vino, gas que puede expresarse con un cosquilleo sobre la lengua o bien como una sensación casi punzante según la tolerancia del paladar o bien si el gas esta o no integrado al vino. No hablamos de vinos espumosos ni frizzantes sino de vinos donde esta cuota de gas carbónico colabora a la acidez para realzar la frescura.
Funky: en medio de la polémica por los vinos naturales, en el mercado aparecen botellas cuyos aromas y sabores presentan ciertas rusticidades que si bien son toleradas por los algunos consumidores a otros los lleva a fruncir el seño. Es en estos casos que se aprecia un dejo volátil o quizás algún detalle herbal para describir a un vino al que se le perdonan sus aristas en pos de la originalidad. De mas esta decir que es un termino que genera debates entre winemakers y consumidores.
Goloso: hasta no hace mucho, los vinos eran dulces o secos, ahora bien, sabemos que hay vinos que pueden presentarse secos para luego ser contundentes y envolventes en medio de paladar imprimiendo cierta sensación de dulzor que se afirma producto de la concentración, crianza en roble y azúcar residual. Obviamente que muchos disfrutan de esto mientras que para otros paladares atenta en contra de la elegancia.
Gordo: no es por hacerle bullying que se utiliza este termino, sino para describir aquellos que atacan el paladar llenando la boca con estructura, untuosidad, buen alcohol y acidez media o baja. Son vinos que quedan generalmente cortos.
Graso: sensación untuosa que afirma sabores sin contrarrestar frescura. Muy interesante a la hora de los blancos con crianza o fermentación en barrica.
Jugoso: se utiliza principalmente en tintos frescos y expresivos con buen nervio que dejan la sensación de haber dado un mordiscón a una fruta madura y jugoso.
Mineral: en principio se utiliza para vinos con aromas de asfalto, grafito o cemento.
Profundo: antes se utilizaba exclusivamente para describir el color y la concentración en la copa hoy además de usa para hablar de la complejidad aromática en aquellos vinos donde los aromas arrancan lentamente pero con buena definición.
Puro: en línea con la austeridad, la pureza del vino es cuando los aromas primarios dominan los aromas sin ninguna interferencia. Suelen ser vinos donde se combinan las familias frutales y florales en primer termino con tonos frescos.
Simple: en sintonía con la austeridad, este termino define a un vino de buena calidad, limpio y que gusta pero sin sorprender o entusiasmar el paladar.
Tiza: ligado a la mineralidad, este término hace referencia a una sensación táctil de paladar o textura polvorienta como la que se experimenta cuando ingresa polvo al paladar al borrar un pizarrón. Es secante pero seguida de buena acidez el paladar no tarda en recuperarse.
Versátil: con la antigua idea de encasillar los vinos para una gastronomía puntual, los vinos versátiles son aquellos que se pueden disfrutar en numerosas ocasiones sin tener en cuanta protocolos ni convenciones.
Vertical: se utiliza para aquellos vinos que abordan el paladar con frescura intensa mientras fluyen ligeros de manera directa al final de boca. También se los suele denominar lineales.