Vino en lata, ¿te animás?

El vino aprovecha nuevos formatos para conquistar consumidores que en otros tiempos parecían distantes. El vino en lata es la nueva apuesta en nuestro país para que la bebida nacional llegue a boca de todos.

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Durante la última década, el vino experimentó cambios muy significativos. Hasta podemos decir que fueron más de los vistos en los últimos milenios. Las innovaciones a cargo de las bodegas se tradujeron en mejoras en los métodos de elaboración y en la forma que el vino llega a nuestras manos. En este sentido el packaging tuvo un rol protagónico.

 

Tapones sintéticos, tapas a rosca, botellas ecológicas, bag-in-box fueron algunos de los más visibles y cuando todo parecía estar inventado, el vino en lata se impuso en los mercados más importantes del planeta. Solo en los últimos dos años, el consumo de estos envases individuales crece a tasas de dos dígitos en Estados Unidos y Europa.

 

Sin embargo, en Argentina el desembarco de las latas en una novedad que por el momento solo involucra a los principales productores. Una apuesta con la que esperan no solo detener la caída del consumo sino también conquistar nuevos consumidores, en especial a los más jóvenes.

 

Una gran oportunidad. Como cualquiera podría imaginarse, estos envases implican un gran desafío para las bodegas. Si bien en los papeles las latas son ideales convencer al consumidor será la parte más difícil.

 

En cuanto a la producción y envasado las cosas están resuelta. Este año, la empresa Ball Corporation, el mayor productor de latas para bebidas a nivel mundial, se instaló en Mendoza y pronostica que en 2020 llenarán 25 millones de unidades para diferentes bodegas.

 

Estos primeros productores involucrados ven en las latas un posibilidad de activación del consumo al poder competir con otras bebidas que desde hace años atienden las necesidades de quienes prefieren los envases que facilitan su transporte y almacenamiento.

 

Por qué elegir un vino en lata. Entre los principales beneficios de estos envases cabe destacar que son fabricados con materiales de bajo impacto con el medio ambiente, son ligeros e irrompibles. Por lo tanto, el consumidor puede llevarlo donde quiera y hasta beberlo sin necesidad de sacacorchos o copas.

 

Además se beneficia de un escenario permeable a la experimentación de nuevos formatos, especialmente entre los jóvenes que se han convertido en un hueso duro de roer para la industria vínica. Para estos paladares incluso la lata permite acercarse con propuestas y diseños variados que pueden competir en imagen con las bebidas predilectas de los millennials.

 

Por otro lado, además de ser fáciles de transportar, las bodegas buscan instalarse en un segmento hoy dominado por las cervezas a precios competitivos para un consumidor que gustas de poder acceder a un buen sorbo en situaciones hasta hoy ajenas al vino como espectáculos públicos, camping, la playa o bien resolver esos momento en que deseamos una “copa”, en este caso lata, y somos concientes que es una picardía descorchar una botella.

 

Que vinos llegan en lata. Las bodegas argentinas que ya lanzaron sus vinos en lata al mercado son Finca Las Moras, Santa Julia, Bianchi y Estancia Mendoza. Todas ellas apuestan a un estilo de vino ligero para beberse fresco o frío gracias a la posibilidad que ofrece el aluminio de conservar la temperatura y enfriarse a gran velocidad.

 

 

Finca Las Moras, por su parte, lanzó dos versiones de su emblemático Dadá 7, un sparkling wine dulce rosado y otro blanco. En sintonía con este estilo, Bodegas Bianchi presentó su frizzante New Age y prometieron lanzar en breve una versión especial del clásico Don Valentín Lacrado. Santa Julia fue los primeros en jugarse por las latas y lanzó a principios de 2019 su Chenin Dulce y Tintillo, en ambos casos vinos tranquilos, en Estados Unidos mientras que para el mercado local sumo un Chardonnay y un Rosado, ambos elaborados con uvas orgánicas.

Mientras tanto, Estancia Mendoza hizo lo propio con etiqueta Dilema que llega en un sparkling rosé y otro dulce. Mientras tanto Mendoza Vineyards elaboró los vinos que Cervecería Quilmes lanzó bajo su marca Blasfemia. Ahora se espera que los próximos meses otras cuatro bodegas se sumen a la tendencia, entre ellas Mosquita Muerta con su Malbec del Tanque. 

 

Por lo pronto, las latas están ahí, esperando que las probemos y demos nuestra última palabra.