Si repasas las páginas de nuestro blog sin dudas vas a encontrar infinidad de notas que te permitirán elegir el mejor vinos, saber cómo conservarlo, con qué acompañarlo y posiblemente que sabor tendrá. Pero nunca nos detuvimos en decirte cómo servirlo sin cometer errores.
A primera vista, servir una botella de vino es una tarea simple. Basta un sacacorchos, un par de copas y ganas de beberlo. Pero en esos paso existen algunos consejos que vale la pena conocer.
Descorchar. Cuando los sommeliers tomamos una botella de vino, para el común de los consumidores puede que demos varias vueltas antes de servirlo. Pero lo importantes es saber que lo hacemos para asegurarnos que el sorbo valdrá la pena. En este sentido, descorchar las botellas demanda una poco de práctica y atención. Los primero que debemos hacer, y bien que parece obvio, es asegurarnos que estamos por abrir el vino que realmente queremos. Por esto mismo no esta de mas leer con atención la etiqueta, principalmente si su diseño es similar al de otros varietales o bien cuesta distinguir la cosecha.
Comprobado que tenemos el vino que queremos beber debemos posicionar la botella de manera firme sobre una superficie estable y usando un sacacorchos de dos tiempos cortamos con el “cortacápsula” la cápsula que protege el corcho. Es importante que lo hagamos por la segunda marca del pico de la botella. De este modo evitaremos que nos quede una gota rebelde en el pico que siempre mancha el mantel.
Ahora si la botella es tapa a rosca el asunto es mas sencillo y basta apoyar la botella en la mesa y girar la tapa.
Si nos atenemos al protocolo la botella nunca debe moverse o girar hasta que la tomemos para servir. Es decir, gira el sacorchos y nuestra mano, no la botella.
Como tomar la botella. En primer lugar una botella debe tomarse con una sola mano, preferentemente la derecha o la más hábil. La altura para tomar la botella en a media altura del cuerpo principal del envase. Hacerlo desde la base es muy elegante pero dejémoslo para los experimentados.
Otro consejo importante es secar la copa si esta transpirada, mojada o húmeda. Así evitamos deslizamientos.
Servir sin manchar. Este paso para muchos es una misión casi imposible aunque es muy simple. Algunos dicen que la clave es hacer un pequeño giro con la muñeca cuando se termina de servir, lo cierto es que todo es cuestión de practica y decisión. Si servimos temblando obvio que mancharemos y si lo hacemos muy alejados de la copa también. La mejor medida es nuestro brazo y asegurarnos de estirarlo en su totalidad cuando servimos y levantar en un solo movimiento la botella cuando la copa este en la medida deseada.
En este paso siempre ayuda tener a mano un lienzo de algodón o una servilleta con la que podamos limpiar el pico cada vez que servimos. Asi nos evitamos que laguna gota quede en el pico y se derrame al dejar la botella parada sobre el mantel.
Una botella bien servida debe terminar absolutamente limpia con su etiqueta impecable.
La medida justa. Una copa nunca debe rebasar de vino. Si se sirve de más se complica girarla y llevarla a los labios son derramar es casi imposible. Por esto mismo debemos atender el “Ecuador” de la copa de acuerdo al modelo. Es decir, la parte más ancha de la copa es el límite ideal de servicio.
Un dato más, la botella no debe apoyarse en el borde de las copas al servir y mucho menos moverlas o tomarlas con la mano mientras servimos.
Insistimos, estos pasos pueden parecer obvios y la explicación innecesaria pero verán que si los siguen con atención van a sacar mejor provecho de cada descorche.
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