Desde los orígenes de la vitivinicultura, al hombre le quita el sueño saber cuál es la mejor manera de tapar los recipientes de vino. En un principio, la necesidad era evitar las mermas, luego asegurar la sanidad del vino, más tarde proteger las botellas de falsificaciones. Hoy, finalmente, los sistemas de taponado atienden todas estas necesidades y juegan de rol importante sobre la imagen final de la botella.
Por esto mismo, la bodegas buscan aprovechar las capsulas y tapones para realzar la presentación de sus botellas. A raíz de esto, en los últimos años surgió la tendencia de rematar el taponado con lacre, en realidad un símil lacre, para sumar elegancia y estilo.
Exclusivo de los vinos más costosos, este material logra llamar la atención de los winelover y hoy muchos hasta lo consideran un atributo de calidad a la hora de la compra. Sin ir más lejos, en Club BONVIVIR elegimos este recurso para nuestro vino conmemorativo de los primero 10 años del club, BONVIVIR 10 AÑOS Corte Especial 2018. “Para celebrar nuesro décimo aniversario no solo nos propusimos elaborar un vino único sino que también apostamos a un imagen inolvidables”, explica Teresa García Santillan, Gerente de Desarrollo Comercial de BONVIVIR. “Fue por esto que desarrollamos una etiqueta exclusiva, un botellón de litro y medio, estuche de madera y lacre para que se luzca aun más la botella”.

Pero, originalmente, el lacre se utilizó para sellar correspondencia confidencial y al parecer los romanos fueron los que popularizaron esta práctica. Con el tiempo el mismo material se aplicó a modo de cierre de garntía para cerrojos de puertas que no debían atravesarse, cofres, celdas y, por último, botellas cuyo contenido debía se custodiado.
Esta aplicación en botellas lógicamente se remonta a la edad media cuando era necesario proteger las bebidas de los reyes y la aristocracia y así algunos productores incorporaron este sello como un acabado diferencial de sus vinos que remitía a la exclusividad de los nobles.
Pero el lacre, como tal, implicaba a la hora de la apertura tener mucho cuidado ya que se desgranaba y generaba mucho polvillo. Por esto mismo, en un tiempo se utilizaban sacacarochos que incluían una especie de pincel para remover el polvo y restos del lacre antes del descorche.
Hoy, esta tendencia cumple la misma función pero se lleva a cabo con un material sintético y flexible que tiene apariencia de lacre pero es una especie de cera que se debe derretir para ser aplicada. Lo bueno es que se despega y quiebra con facilidad sin generar polvo.
Sin embargo, su sola presencia genera ciertas dudas a la hora del descorche.
Entonces, ¿cómo debemos abrir una botella lacrada? Existen dos caminos, ambos muy sencillos, y te los mostramos a continuación.
Mientras que los hermanos Durigutti, responsables de nuestro vino aniversario, BONVIVIR 10 AÑOS Corte Especial 2018, que decidieron taponar con lacre, proponen hacerlo del siguiente modo, podés verlo a partir del minuto 20 de este VIVO que tuvimos con ellos a través de Instagram:
https://www.instagram.com/tv/CEIPxihHKsv/