La legendaria marca Casillero del Diablo, perteneciente al grupo Concha y Toro, se presenta en el mercado argentino con 5 variedades premium: Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Red Blend y un espumante Extra Brut.
Casillero del Diablo se ha caracterizado desde sus inicios por rescatar la máxima expresión de la esencia y tipicidad de sus variedades en los respectivos orígenes donde está presente.
Marcelo Papa, director enológico de Concha y Toro, explica: “Disfruto explorar nuevos terruños y variedades, siempre con el compromiso de elaborar vinos de calidad superior, esta vez en suelos argentinos. He podido descubrir de primera mano las excelentes condiciones que ofrece este país en materia de climas y suelos”.
Además de la calidad que la caracteriza, Casillero del Diablo ha conquistado a millones de consumidores alrededor del mundo por la misteriosa leyenda alrededor de la marca, cuando hace más de 130 años, el fundador de la bodega, Don Melchor de Concha y Toro, al observar que sus vinos de guarda más preciados desaparecían, difundió el rumor de que en aquel lugar habitaba el diablo. De ahí su nombre: Casillero del Diablo.
Casillero del Diablo está presente en más de 140 países con un amplio portafolio de productos, lo que la ha llevado a posicionarse en la actualidad como una de las marcas con mayor presencia a nivel global y en noviembre debuta en el mercado local en nuestras selecciones Exclusiva Blanca y Puro Malbec.

Una ocasión ideal para conversar con Andrés Povedano, Brand Manager de Casillero del Diablo para Argentina, sobre el proceso de desembarco de un de las marcas de vino más admiradas del mundo en el país.
Andrés, Casillero del Diablo es una de las marcas de vino más poderosas del Mundo pero con un vínculo muy fuerte con la imagen del vino chileno, ¿cómo nació la idea de desembarcar en Argentina para la elaboración?
Como bien decis, Casillero del Diablo es una de la marcas más poderosas del mundo y la historia detrás de su nombre y su consistencia enológica a lo largo del tiempo la han convertido en una verdadera leyenda. Nuestro objetivo es ser protagonistas también en el mercado argentino aprovechando las excelentes condiciones de nuestro país en materia de clima y suelos para la elaboración de vinos premium. De esta forma podemos acercar el producto al consumidor, sabiendo que el argentino tiene una preferencia por los productos locales.
¿Cuál fue el proceso de selección de las regiones y varietales que hoy elaboran en Argentina?
Trabajamos junto al equipo técnico de Concha y Toro, liderado por Marcelo Papa, como director del proyecto. Hicimos un recorrido por las más destacadas regiones vitivinícolas de Mendoza, en la cual Concha y Toro posee viñedos propios y decidimos elaborar inicialmente 3 variedades: Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay provenientes de Luján de Cuyo y Valle de Uco.
¿Cuáles son las expectativas para estos vinos en Arg y el mundo?
El proyecto es exclusivamente para el mercado argentino y recién estamos dando los primeros pasos, en mayo hicimos el primer despacho de Casillero del Diablo Malbec 2018. En el último mes sumamos Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Red Blend. Además, para fin de año vamos a lanzar un espumante extra brut. Nos queda mucho por explorar en este mercado.
Este mes nuestros socios de Selección Exclusiva Blanca recibirán CDD Chardonnay, ¿cómo les gusta presentar este vino y qué particularidades tiene?
Casillero del Diablo Chardonnay es un vino de entrada fresca, con una acidez que recuerda a las manzanas verdes muy característica de los vinos provenientes de viñedos de altura. Es fluido y persistente, con un balance en nariz de durazno blanco, pera y damasco jugosos. Es un excelente compañero de platos frescos y livianos.
Mientras, los socios de PURO MALBEC recibirán CDD Malbec, ¿que ofrece este vino y que podrían esperar los socios de él?
Quienes reciban esta botella encontrarán un Malbec amable y jugoso, cuya sensación dulce en la boca se apoya en la estructura de los taninos maduros. Se desprenden aromas a frutas frescas, como cerezas y frutillas, y a mermelada de frambuesa. En el final de boca se aprecia el roble con sutiles notas ahumadas y de chocolate.