En el mundo son miles las variedades disponibles para elaborar vinos de calidad. Sin embargo, para el 35% de los vinos varietales se recurre a unas 15 variedades donde Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay y Sauvignon Blanc están entre las más populares mientras que Syrah, Malbec, Pinot Noir y la familia de las Garnachas completan la lista de las más reconocidas.
Pero a todas estas siempre se suman algunas cepas que básicamente son utilizadas para complementar lo que puede faltar o sobrar a las más tradicionales a la hora de los cortes. Entre estas, una con siglos de historia es el Petit Verdot que junto al Cabernet Sauvignon y el Merlot es protagonista de los tintos de Burdeos aunque muy pocos en el mundo se animan a utilizarla como varietal. La excusa es su vigor, carácter y potencia que en algunas regiones donde no logra la maduración plena da lugar a vinos toscos.
Pero esta historia comienza a cambiar en Argentina donde sus 652 hectáreas cultivadas nos dan vinos súper interesantes que se pueden disfrutar en cortes o bien en una veintena de varietales que conquistan los paladares de quienes disfrutan de los sabores intensos. Gracias a las condiciones de los terruños de montaña, el Petit Verdot madura de forma óptima y por esto mismo es una cepa cada día más celebrada por los enólogos.
Si sos un paladar curioso o bien ya caíste en las redes de este varietal, la Selección Exclusiva BONVIVIR de junio tiene un vino Singular para vos: se trata de Quinto Petit Verdot 2019 de Riglos que nuestros sommeliers elaboraron junto a José Hernández Toso, enólogo y miembro de una de las dinastías vitivinícolas más importantes de Mendoza. Para comprender más del potencial de este varietal en Mendoza conversamos con él para que nos cuenta su experiencia con el Petit Verdot.

¿Por qué apuestan al Petit Verdot?
La idea de elaborar un Petit Verdot nace de la experiencia personal y su presencia en Mendoza desde hace años. En nuestro caso, mi abuelo lo plantaba con el malbec ya que en aquellos años hasta se hablaba del “malbec Verdot” que era una versión mejorada para ellos. Eran tiempos en que los viñedos se cosechaban todo junto y si bien la mayor superficie era de Malbec, el Petit Verdot hacía lo suyo. Hoy lo tenemos plantado en Finca Las Divas, Gualtallary, desde 2003 sobre un suelo aluvional de textura franco arenosa con toda la piedra que proviene de la bajada del Río Las Tunas y nos da unos vinos excepcionales.
¿A que destinan esos vinos?
Nosotros lo ofrecemos como una exclusividad por que es una uva que hay que esperar mucho, es la última que cosechamos por que si la levantas verde es súper herbal y es importante esperar su maduración justa. Si sabes esperarla da un color violeta súper profundo con una acidez natural excelente. Principalmente los destinamos a nuestros cortes de alta gama pero esta vez sentimos que era ideal para ofrecer algo único y novedoso a Club BONVIVIR.
Y en cuanto a Quinto Petit Verdot, ¿qué nos podes contar?
Es un vino muy especial que llevamos por seis meses a barricas de roble y esto le aporta elegancia y define un potencial de guarda genial, el Petit Verdot es una uva que fácilmente nos permite elaborar vinos que pueden añejarse hasta quince años. Es más, hace poco probamos algunos que embotellamos hace veinte años y quedé sorprendido del potencial, cómo ha perdurado la fruta y la tanicidad. Es un vino frutal que si bien ofrece los frutos rojos del malbec suma notas a guindas y cerezas con toque especiados como pimientas y jarillas propias del viñedo. De color rojo violáceo profundo, concentrado, en cuanto al paladar se destaca esa corazón dulce y aterciopelado que lo hace exquisito y con un largo final de boca.
Para conocer más de los Vinos Singulares de BONVIVIR podes continuar leyendo este artículo.