Vendimia 2021, una cosecha en slow motion

Con características climáticas curiosas para todo el mapa vitícola local, la vendimia 2021 fue una de las más desafiantes de los últimos años. Conoce qué opinan los expertos.

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Con los últimos camiones de uva ingresando a las bodegas y lo viñedos teñidos de los colores ocre del otoño, en Argentina la vendimia 2021 ha llegado a su fin. Con los blancos casi listos y los tintos en plena fermentación, en las bodegas comienzan a evaluar la calidad del año y de los vinos que beberemos en los próximos meses, un balance que por suerte arroja resultados positivos en la mayoría de las regiones vitícolas del país.

Como corresponde recorrimos los diferentes viñedos argentinos para consultar a los referentes de la industria cuál fue el resultado de esta nueva vendimia enmarcada por las restricciones que impone el coronavirus y algunos inconvenientes logísticos y de escases de mano de obra.

Mendoza, vendimia paso a paso

En la principal región vitivinícola del país, la campaña 2020/21 comenzó algo accidentada cuando el 5 y 11 de octubre dos frentes helados de origen patagónico llegaron para ubicar la temperatura bajo cero en los viñedos. Con los brotes aun tiernos, las pocas horas que duraron estas heladas sentenciaron un merma del 20% para toda la provincia de acuerdo a los datos históricos. Los viñedos más dañados fueron los de la región Este de Mendoza y desde esos días la demanda de uva fue un tema candente en la provincia.

A nivel provincial, las estimaciones apuntan a que este año será similar al 2020 en cuando al volumen elaborado, que fue de 15 a 20% menos que las cifras históricas, pero, al mismo tiempo, con una gran calidad en general”, detalla Martín Kaiser, gerente Vitivinícola de Doña Paula.

En Primera Zona, Luján de Cuyo y Maipú, y los viñedos de altura del Valle de Uco no se registraron mermas importantes. La primavera continuó cálida y seca y colaboró para una buena formación de los frutos. Sin embargo, las cosas comenzarían a complicarse con un verano que resultó fresco y con un promedio de lluvias que duplicó la media histórica y se concentró entre enero y marzo con mayor intensidad en febrero. De modo que con los viñedos húmedos y las hojas mojadas los productores tuvieron que estar atentos para asegurar la sanidad de las plantas. Además, estas lluvias obligaban a recalcular constantemente los tiempos de vendimia en momentos que los frutos comenzaban a estar óptimos. Aquí la paciencia jugó un papel protagónico, más aun cuando la madurez de las blancas comenzaba a solaparse con las tintas que se adelantaron al menos un semana en promedio.

Afortunadamente el resto de la vendimia no sufrió grandes sobresaltos climáticos y todos pudieron recolectar sus uvas con muy buenos resultados y producto del clima con buena acidez natural y una graduación alcohólica menor que en un año tipo.

Es un año de calidad y frescura en los vinos. Un perfil parecido a 2016 en aroma pero con mayor concentración. Creo que es un año para el Malbec, hay mucha diversidad en aromas y texturas”, remarca Santiago Mayorga de Cadus Wines.

Salta y Noroeste

La principal provincia vitivinícola del Norte Argentino venía de una vendimia húmeda en 2020 mientras que 2021 permitió volver a cierta normalidad, con precipitaciones escasas, como es costumbre. Aquí el verano fue cálido y por esto se adelantó la madurez de la uva aunque gracias a la constante amplitud térmica la concentración de aromas y frescura fue equilibrada. Por todo esto, en Cafayate, “la cosecha fue muy buena en calidad, sanidad y volúmenes”, sintetiza Jorge Noguera de Bodega Amalaya.

Mientras que en los valles por encima de los 2000 metros, área norte de los Valles Calchaquíes, las condiciones climáticas estuvieron definidas por una sequía que apenas aportó 45 mm de lluvias. Así las cosas la vendimia se adelantó una quincena en óptimas condiciones sanitarias. En principio se habla de buen equilibrio y concentración alcohólica.

En la Quebrada de Humahuaca, paraje vitícola que cada vez sorprende más con sus vinos las condiciones fueron excelentes sin ninguna contingencia climática de consideración. Se trato de una temporada dentro de las expectativas de los productores que hablan de una gran año para los tintos de altura.

Patagonia

La regiones del sur de la vitivinicultura argentina tuvieron una buena temporada con una cosecha ideal y adelantada producto de un verano caluroso y seco que arrojó buenos resultados y volúmenes, principalmente en el Alto Valle de Río Negro.

Hemos observado muy buena calidad para las diferentes variedades. Creo que los blancos serán muy agradables, frescos, aromáticos. En cuanto a tintos, bien redondos, complejos, sin aristas, con muy buena coloración y balance”, sentencia Juan Martín Vidiri de Bodega Humberto Canale.

Por su parte, en San Patricio del Chañar, Neuquén, la temporada se inició con una primavera muy fría, seca y ventosa que incluyó alguna nevada. El verano fue cálido y ventoso y la temporada se desarrolló con precipitaciones casi nulas como de costumbre, manteniendo el status de sanidad que caracteriza a estos viñedos. “Todo el proceso de la cosecha de dio de una forma muy ágil y todos los cuadros se cosecharon en el momento oportuno. El frío del inicio de la temporada definió un rendimiento bajo con sanidad extraordinaria y excelente calidad de uvas. Los primeros vinos se caracterizan por una pureza varietal muy marcada, con aromas limpios y francos”, explica Julio Viola de Malma Wines.

Con las principales regiones vitivinícolas relevadas solo resta esperar que los vinos lleguen a las botellas para sacar nuestras propias conclusiones, aunque queda claro que será con grandes vinos.