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Llega el día de los enamorados y qué mejor que celebrarlo con un buen vino.
Hay quienes cumplen con rigurosidad casi litúrgica con el calendario de fechas especiales y efemérides. Para estas personas hay excusas y obligación para cumplir con lo que marca el almanaque y desde el primer día de febrero suelen ponerse en modo LOVE para celebrar San Valentín con bombos y platillos, o con copas y botellas como más nos gusta en BONVIVIR.
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¿Pero qué vinos son los mejores para celebrar esta fecha romántica y melosa? Ante esto una primera alerta, no es lo mismo un vinos para descorchar durante la celebración que un botella que se regala a la pareja. Es decir, si vamos a disfrutarla juntos es una cosa, si es para la cava es diferente. Pero también hay otras cositas a tener en consideración…
Un botella vale más que mil palabras
Gracias a la creatividad de las bodegas, las etiquetas de vino se convirtieron en verdaderos y originales manifiestos que pueden decir mucho con solo apoyar la botella en la mesa. Como es de esperarse, el mensaje puede ser bien recibido como no, es decir, si querés declarar tu amor hay muchos vinos que pueden ayudarte con su imagen o nombre a dar los primeros indicios, pero si no prestas atención puede salir todo al revés. Regalar una botella con el nombre de un ex amor o con una connotación negativa para el que la reciba puede tomarse como un mensaje implícito que no queremos dar. Por esto mismo, prestemos atención y busquemos aquellas botellas que fomenten el amor o la pasión.
Maridaje, ¿por qué no?
Es común que San Valentín se celebre con un almuerzo o una cena donde la intimidad es lo más importante. Pero si el plan es hacerlo puertas adentro con un menú pensado y dedicado no podemos olvidarnos de elegir un buen vino para la ocasión y siendo que en Argentina San Valentín cae en verano seguro que el menú será ligero y fresco de modo que un buen vino blanco, un rosado chispeante o un espumoso elegante son las mejores opciones.
Moderación
San Valentín se celebra de a dos y una botella es una medida más que suficiente. Pero si queremos acompañar un menú con diferentes vinos o comenzar con burbujas para luego ir por un tinto, seamos prudentes de la cantidad. Se puede elegir botellas pequeñas y hasta latas para no correr el riesgo de derrochar vino o bien asegurarse de tener a mano como servir sin abrir la botella o bien volver a tapar las botellas abiertas.
Los anti San Valentín
Toda acción desencadena una reacción, decía Newton, y en el caso de San Valentín no hay excepciones. Así como algunas personas esperan un año entero para celebrarlo, también hay quienes se mofan de esta fecha e impulsan reunión entre los que no tienen pareja para celebrar a su manera, generalmente de la forma menos romántica posible, digamos, una asado multitudinario.
En estos casos, todo vale y curiosamente aplican los mimos consejos que dimos antes salvo que convienen acudir a botellas y botellones ya que la concurrencia no será en parejas.
Ya sabes, sea de a dos o de veinte, San Valentín es siempre un buen día para brindar, por la pasión, la amistad o el amor al vino.