Riesling, misteriosa y elegante

Famosa en Alemania y considerada la cepa blanca más sofisticada.

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El Riesling desvela a los winemakers argentinos mientras un puñado la elabora con resultados sorprendentes.

Cada 13 de marzo se celebra en el mundo el día del Riesling, una cepa que en Argentina no es tan popular pero que en el mundo le quita el aliento a los catadores más afilados.

Es más, los expertos suelen considerarla una cepa superior cuyos vinos pueden resultar los blancos más sofisticados.

¿Qué necesitas saber del Riesling?

Ante todo, que se trata de una variedad blanca, de ciclo corto, estrechamente relacionada a la historia de la vitivinicultura Alemana. Allí es la cepa dominante en los viñedos y se la cultiva, principalmente en las laderas de los ríos Rhin y Mosela. Allí, los viñedos se ubican en escarpadas pendientes que hacen del paisaje un espectáculo único, más en época de vendimia.

También se la cultiva en Alsacia, Francia, y Austria, donde también se logran vinos excepcionales.

Como es fácil imaginar, estas regiones cuentan con un clima frío poco soleado y muchas veces antes de completarse al vendimia, la nieve copa las laderas. Por esto mismo, con el Riesling se elaboran vinos blancos secos de acidez filosa, vinos dulces y el famoso Ice Wein o vino de hielo.

Pero más allá del estilo, el Riesling es una variedad blanca que tiene como particularidad que mejora con los años en botella de modo que es común beber botellas con cinco o diez años, algo no muy habitual para los blancos. Sucede que gracias a su alto nivel de acidez el vino evoluciona si mayores riesgos mientras desarrolla una complejidad y elegancia suprema.

Entre sus aromas siempre se destacan las notas florales y de frutos blancos y tropicales con notas de miel, mineralidad y especias mientras que con los años se aprecian tonos de petroleo o kerosene. En boca es amplio, con cuerpo intenso para ser blanco y una interesante cremosidad que se equilibra con una acidez firme y vibrante.

Justamente, por todo lo dicho es que no es una cepa fácil de encontrar en Argentina donde el clima de las regiones vitivinícola es soleado, seco y árido. Sin embargo, hay algunos productores que lo elaboran con resultados brillantes y es bueno tenerlos en mente a la hora de festejar la semana del Riesling, por que si bien su día es el 13 de marzo, bien se merece que lo celebremos cómo mejor nos parezca.

Riesling, de todos los rincones del país

Una curiosidad detrás de esta variedad en Argentina, es que se la cultiva en todas las regiones, incluso en alguna donde el Malbec no logra adaptarse. Así es, hay Malbec en Cuyo, en el Noroeste, en Patagonia y en la Costa Atlántica.

Gracias a esto, nuestro país, sin ser especialista en la variedad, aporta algunos ejemplares muy curiosos que desafían todas las teorías respecto de la adaptabilidad del Riesling ya que en Mendoza podemos encontrarlo en Luján de Cuyo de la mano de Viña Las Perdices que lo cultivan en Agrelo y en Las Compuertas donde Luigi Bosca los vinifica desde hace unas décadas. El Valle de Uco también es un rincón donde el Riesling se adaptó para dar un buen exponente como el que elabora Doña Paula a partir de su viñedo Alluvia de Tupungato. Aquí lo que vamos a encontrar es que los tres poroponen la aromática profunda de tonos florales y de frutos tropicales del Riesling mientras que los de Luján de Cuyo brindan un interesante volumen en boca con acidez firme y por su parte el exponente de altura es más ligero, lineal y de final vibrante.

En Patagonia, donde el clima más frío ayuda a su expresión, curiosamente solo Humberto Canale lo elabora a partir de un antiguo viñedo familiar de General Roca mientras que en Chubut, alguna plantaciones entusiasman mucho a los productores y los primeros resultados son realmente auspiciosos.

Pero quizás sea en Buenos Aires, tanto en los viñedos atlánticos como en los de las sierras de Balcarce, que haya que prestar particular atención. Aquí la influencia oceánica modera el clima, aporta una humedad relativa necesaria para la variedad y al ser menos elevado y algo más nuboso, la variedad propone un perfil más europeo que tanto en bodegas como Costa y Pampa y Puerta del Abra ya da vida a vinos exquisitos y originales.

Por último, en los Valles Calchaquíes donde puede sorprender su presencia. Allí, a 1700 metros de altura el frio de las noche permite que la uva madure de modo correcto y gracias a esto bodega Amalaya elabora un interesante varietal aunque también lo utiliza en su espumoso junto al Torrontés.

Mientras tanto, es un secreto a voces que muchos otros productores están experimentando con esta uva que el mundo tanto adora.