Cuatro datos que debes conocer del Cabernet Franc

El Cabernet Franc, una cepa que hoy conquista paladares en Argentina. Descubrí datos esenciales de esta variedad.

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Estrella en ascenso de la vitivinicultura argentina, el Cabernet Franc es una de las cepas más importantes del mundo al punto que cada 4 de diciembre se celebra su día internacional. Para que puedas descorchar y brindar por esta cepa conociéndola mucho más te compartimos algunos datos claves de sus historia y estilo.

Padre de grandes vinos

Origen de grandes cepas y vinos. Una curiosidad del Cabernet Franc es que, si bien se trata de una uva clásica y muy valorada, también es en una cepa secundaria en su región de origen, Burdeos. Aquí, las cepas protagonistas son Cabernet Sauvignon y Merlot que curiosamente descienden de Cabernet Franc, la primera a partir de un cruzamiento con Sauvignon Blanc mientras que la segunda a partir de cruce con Madeleine Noire. Ahora bien, estas tres cepas son esenciales para los grandes tintos de Burdeos ya sea en Medoc donde los assamblage son principalmente de Caberent Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, pero también en Saint Emilion donde el Cabernet Franc se combina con Merlot o incluso puede ser varietal. Ya sea en una región un otra, el Cabernet Franc es clave para muchos de los vinos más exclusivos de Francia.

Incluso se luce en el Valle de Loire en la Apelación de Origen Chinon especializada en varietales de Cabernet Franc.

Un carácter muy especial

Una particularidad del Cabernet Franc es su perfil herbal y especiados y carácter herbáceo de acuerdo a la región donde se lo cultive. Por ejemplo, en las zonas cálidas se descanta las notas de frutos rojos maduros y negros confitados con trazos de pimiento rojo mientras que en las regiones frías concentra aromas de frutos acidez frescos, flores y especias con tonos de pimiento verde intenso.

En paladar es un vino que va de cuerpo medio al intenso de acuerdo al origen y la vinificación y crianza pero debemos ubicarlo entre los tintos voluptuosos que gracias a una acidez vibrante logra imprimir siempre sensaciones de frescura. Los taninos suelen ser firmes y jugosos e ideales para vinos pensados para la guarda.

Cabernet Franc argentino

En nuestro país, el Cabernet Franc se convirtió en una de las apuestas más fuertes de las bodegas gracias a la gran calidad que se logra con sus uvas en cada región vitivinícola del país. En los últimos años su superficie se triplicó hasta alcanzar las 1569 hectáreas de las cuales el Mendoza concentra el 80%.

Utilizado durante década como componente de corte hoy es principalmente utilizado en varietales que proponen diferentes estilos de acuerdo al terroir donde se lo cultive. En Mendoza hay dos modelos claros, los de Valle de Uco, tenso, fresco y jugosos mientras que en Luján de Cuyo suele ser carnoso, lleno de sabor y opulento.

Sin embargo, hoy se lo cultiva desde Jujuy hasta Chubut e incluso en Balcarce, provincia de Buenos Aires, y en cada región propone un estilo propio y excelente calidad.

Si bien en la mayoría de los casos responde a vinos de perfil bordelés, algunos apuestan a estilos más ligeros como los de Valle de Loire.

Ideal para acompañar carnes rojas asadas pero también cordero o cerdo, las versiones más sutiles se llevan de maravillas con las pastas rellenas, la charcuterie y los quesos madurados de masa firme.

El primer vino perfecto de Argentina

Una curiosidad, sin dudas, es que en el país del Malbec el primer vino en alcanzar los preciados 100 puntos Robert Parker haya sido un Cabernet Franc – Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary 2013 – en el año 2016. Desde entonces, no solo el Cabernet Franc hay crecido en superficie sino que el mundo comenzó a recuperar los viñedos de esta cepa que hoy vive una revival en muchas partes del mundo a partir del éxito argentino, un dato que se repite luego del auge del malbec y como muchos países decidieron cultivarlo.