La historia de la Bonarda en nuestro país es compleja. Por años destinada a la producción de vinos de mesa, con el tiempo logró demostrar que le sobran aptitudes para dar grandes vinos. Por esto mismo, desde finales del 1900, los winemakers locales comenzaron a refinar su expresión hasta dar con vinos equilibrados con gran potencial de añejamiento. Es quizás de la mano de la crianza en barrica que logran su expresión más sofisticada que le vale un lugar entre las promesas de la enología argentina. Basta probar una copa de Mairena Reserve Bonarda 2013, un varietal distinguido y expresivo que ofrece un perfil elegante y curioso, para notar que la promesa ya es realidad y que sin dudas los vinos de Bonarda aún tienen mucho para dar a la vitivinicultura local.

Los vinos de corte son la otra jugada fuerte de las bodegas argentinas. Ya sea a partir de diferentes regiones o cepas, todo vale a la hora de buscar la mejor expresión. En el caso de Pleno Blend 2014 bodega Cuarto Surco recurre a uvas del Valle de Uco, más precisamente de Vista Flores y La Consulta. Las proporciones son 40% Malbec, 40% Cabernet Sauvignon y 20% Syrah y el resultado es un tinto moderno, con frescura profunda y guiños tradicionales que seducen a todos los paladares por igual.

La Selección Alta Gama Junio 2016, contiene:

2 botellas de Mairena Reserve Bonarda 2013

2 botellas de Pleno Blend 2014