Mientras el Malbec continua siendo el gran protagonista de la vitivinicultura argentina, nuevos vinos tintos surgen con potencial desde los viñedos. Cabernet Sauvignon, Red Blends y Cabernet Franc son las apuestas principales, básicamente por la calidad que estas uvas logran en los diferentes terruños locales.

Hoy denominados red blends, los vinos de corte son desde siempre una especialidad local y por esto mismo se convirtieron en una alternativa que las bodegas exploran con entusiasmo. En la bodega Mosquita Muerta esta búsqueda es la esencia principal de sus vinos como es el caso de Sapo de Otro Pozo Blend de de Tintas 2014 una sofisticada combinación de uvas y regiones elaborada a partir de 25% de Malbec de Los Chacayes, 20% de Malbec de Gualtallary, 15% de Malbec de El Manzano, 20% de Syrah de Los Chacayes y 20% de Cabernet Franc de La Consulta. Un vino sofisticado y moderno de altos decibeles sensoriales.

Mientras que en materia de Cabernet Franc la cosa se pone cada vez más seria y este varietal bordelés ya se convirtió en el nuevo ícono de la vitivinicultura argentina. Entre los expertos de este varietal se destaca Alejandro Sejanovich quien en La Consulta, Valle de Uco, elabora su Zaha Cabernet Franc 2015, uno de los primeros exponentes locales en dar cuenta del potencial del varietal en la altura de Mendoza. Esta nueva cosecha despliega nuevamente el perfil frutal de matices herbales y especias que solo la Cordillera logra aportar al franc.